La ciudad de Málaga siempre contó con una aduana en la que registrar las mercancías que llegaban por mar y cobrar los derechos de arancel. La creación del puerto de Málaga en el siglo XVIII y el espacio ganado al mar hicieron que la antigua aduana, ubicada en las Atarazanas, quedara separada del mar, por lo que la ciudadanía pronto demandó la construcción de un nuevo edificio.

Aunque estaba pensado para ser aduana, se inauguró en 1829 como Real Fábrica de Tabaco, en 1839 se ocupó como dependencias de la Hacienda Pública y más tarde fue Diputación Provincial y Subdelegación del Gobierno en la provincia. El edificio destaca por sus muros almohadillados y por las altas palmeras que flanquean su fachada principal. Actualmente es la sede del Museo de Málaga.

En este histórico edificio se rodaron escenas de ‘Warrior Nun’ que usó también otras localizaciones de la provincia de Málaga.