El viajero conocedor del Valle de los Pedroches (Córdoba) sabe que en cada visita podrá disfrutar de jornadas repletas de atractivos: paisaje e historia se disfrutan a través de su gastronomía, el turismo activo —actividades ecuestres o de aventura y senderismo—, el descubrimiento de sus pueblos y villas o la simple contemplación de su riqueza natural.
Pero hay un secreto a voces que llega al caer el sol: un sorprendente cielo nocturno, prácticamente diáfano, que muchos urbanitas han comenzado a olvidar.
Y es que, cuando hablamos de patrimonio —arquitectónico o natural—, nos olvidamos de mirar hacia arriba.
¿Cuándo fue la última vez que disfrutaste de un cielo totalmente estrellado?
La luminosidad de densos núcleos de población, polígonos industriales o incluso carreteras tienen su reflejo a cientos de kilómetros. Por ello, en la era industrial, la percepción de nuestro lugar en nuestro planeta y el universo es limitado para numerosas generaciones. Actualmente, menos del 80% de la población mundial puede disfrutar de este patrimonio. Todo ello sin contar con los efectos sobre la salud humana, las especies animales o vegetales y el ecosistema en general.
Astrónomos, aficionados o astrofotógrafos conocen las “islas” en las que aún disfrutar de unos espectaculares cielos en los que divisar la Vía láctea, planetas o constelaciones sin los obstáculos de esos muros de luz. Los no aficionados, por su parte, quedarán sorprendidos de que estos objetos puedan ser observados, en muchas ocasiones, a simple vista o con unos prismáticos: con estos sencillos binoculares apreciamos con cierta precisión los accidentes de la Luna, las lunas de Júpiter o los anillos de Saturno.
Pero, ¿por qué Los Pedroches? La garantía del certificado Starlight
Corría el año 2007 cuando el Instituto de Astrofísica de Canarias —con el respaldo de la UNESCO y apoyo de la Unión Astronómica Internacional (IAU) y la Organización Mundial del turismo (UNWTO)— lanzó su estrategia para la puesta en valor de las zonas de cualquier parte de el mundo que conservaran el nivel suficiente de condiciones (especialmente la oscuridad) para el disfrute y estudio del cielo nocturno. Esta iniciativa siempre estuvo ligada al desarrollo turístico sostenible de las zonas rurales.
Es ahí donde Los Pedroches consiguió su certificación en diciembre de 2016. Todo un logro, si tenemos en cuenta la complejidad técnica para su obtención, que implicó tanto a las instituciones como a la sociedad civil.
Un picnic estelar: por dónde empezar
Al igual que el cinematográfico, el astroturismo, no deja de sumar aficionados desde hace unos años. Se trata de una atractiva actividad que se diferencia de los canales y rutas habituales para ofrecer una experiencia viva y muy satisfactoria.
Los neófitos pueden consultar en la RADA (Red Andaluza de Astronomía) las asociaciones astronómicas que, en muchas ocasiones, organizan salidas para la observación de las estrellas. A lo largo de todo el año hay fechas señaladas en el calendario en las que se producen lluvias de estrellas y otros fenómenos que sin duda resultarán un buen comienzo.
Para localizar los sitios adecuados, en Los Pedroches nos lo ponen muy fácil: cuentan con una web propia de visita obligada. En ella, encontramos cuatro itinerarios que comprenden 17 municipios de la comarca, todos convenientemente señalizados. Situados en parques periurbanos, ermitas o antiguas minas, cada uno de estos miradores cuentan con infraestructuras para hacer la observación más cómoda y enriquecedora. Este equipamiento incluye plataformas enlosadas, puntos de conexión eléctrica y paneles informativos o planisferios que harán más fácil localizar las estrellas.
Una vez en tu observatorio, conviene cumplir ciertas normas de cortesía si te encuentras con otras personas, especialmente si hablamos de aficionados o astrofotógrafos que ya tengan instalados sus equipos. Entre ellas, sobre todo evitar los deslumbramientos con linternas o faros de los coches, que deberán ser usados con cautela una vez que nuestra vista se ha acostumbrado a la oscuridad.
Hay que evitar también usar punteros láser que apunten al cielo: pueden causar daños en la retina del observador de un telescopio o estropear una fotografía estelar, ya que necesita largos minutos de exposición.
Por otra parte, seguro que estarán encantados de compartir alguna explicación o dejar echar un vistazo desde sus objetivos.
Extra de cine
Algunas de las localizaciones de esta comarca protagonizan nuestra ruta dedicada a la película ‘Entrelobos’.
En nuestro blog hemos hablado de los atractivos cinematográficos de una de las áreas más atractivas de la zona: La Sierra de Cardeña y Montoro.
En 2020 se estrenó en cines ‘Dehesa, el bosque del lince ibérico’ un espectacular documental en el que entre otros parajes de la Península Ibérica, podemos disfrutar de la riqueza natural del Valle de los Pedroches.