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El rodaje de la serie ‘Isabel’ en la Alhambra de Granada fue la primera ocasión en 25 años que el palacio nazarí abrió sus puertas para las cámaras. Se compaginó con las visitas al público porque se hizo aprovechando el cierre del enclave. La Alhambra volvió a abrirse un año más tarde para otro rodaje, el de la serie ‘Carlos, rey emperador’, continuación de ‘Isabel’.
Durante el rodaje de ‘Isabel’ en Granada, los actores Michelle Jenner y Rodolfo Sancho realizaron una ofrenda de flores en el sepulcro real donde están enterrados los Reyes Católicos, a los que ellos daban vida en la serie, una cripta que sólo se abre tres veces al año.
Durante el rodaje de ‘Isabel’ en Granada en 2014, los actores que daban vida a los Reyes Católicos, Michelle Jenner y Rodolfo Sancho, fueron nombrados Embajadores de Honor de la ciudad por el entonces alcalde, José Torres Hurtado.
La secuencia del viaje en tren en el episodio 2 de ‘Fortunata y Jacinta’, con Maribel Martín y François-Eric Gendron, se rodó entre Baeza y Linares, pero se filmó desde un coche aunque el telespectador lo ve desde la ventanilla del vagón en el que viajan los protagonistas.
Con motivo del rodaje de ‘Carmen’, se cambiaron las farolas existentes en el Puente Romano de Córdoba por otras iguales, aunque de distinto material.
La escena del campamento de gitanos en ‘Callas forever’ iba a rodarse en Guadix (Granada), pero al parecer, su director, Franco Zefirelli, decidió continuar rodando en Osuna (Sevilla) y cambió de opinión colocando la escena junto unas chumberas que, según los vecinos, son tan antiguas como la propia Colegiata.
El director de ‘Callas forever’, Franco Zefirelli, se alojó en el Hotel Palacio Marqués de la Gomera, situado en la calle San Pedro, donde se rodaban algunas escenas. Así que el gran balcón barroco de su habitación, la número 7, sólo tenía que asomarse para comprobar que el equipo estaba trabajando en los decorados y los preparativos de la secuencia que se iba a rodar.
El equipo de ‘Callas forever’ estuvo en total seis meses en Andalucía desde los trabajos de localización de escenarios al rodaje. En total, el equipo llegó a estar formado por 100 personas y se contrató además a 500 extras locales durante tres días del rodaje. El rodaje en Andalucía tuvo una repercusión económica total superior a los 300.000 euros, entre noches de hotel, restaurantes, catering, construcción de decorados, alquiler de equipos o contratación de técnicos y personal de limpieza y seguridad.
La escena de la muerte de Carmen, en ‘Callas Forever’ se rodó en Córdoba, concretamente en el Cristo de los Faroles. Dos de las componentes del coro fingieron en el trabajo una indisposición estomacal para participar en el rodaje. Al día siguiente, salieron en una fotografía de primera plana bajo el título de “actrices cordobesas para una película universal”.
Poderosas, apasionadas, independientes, talentosas, pioneras… Mujeres con carácter y personalidad convertidas en potentes personajes en distintas películas y series de televisión rodadas en Andalucía.
Reinas, artistas, trabajadoras, madres y esposas y hasta una santa. Unas vidas que han llenado páginas de un guión en cuya primera página aparecían simplemente sus nombres, como su mayor seña de identidad, con la fuerza que da su sola pronunciación sin necesidad de ir acompañados del de un hombre.
Carmen, Isabel, María, Teresa, Fortunata y Jacinta son las protagonistas ahora de la ruta de cine más femenina, una ruta que nos invita a pasear por cuatro provincias andaluzas (Córdoba, Granada, Jaén y Sevilla) y por algunos enclaves emblemáticos de nuestra región, como la Alhambra o la Mezquita de Córdoba.
“En Úbeda, Baeza, Beas de Segura y sus alrededores rodamos durante una semana. Y allí, en un paraje espléndido rodamos, improvisándola, la escena que más me gusta de la serie. Aquella en que Teresa, a los 60 años y cansada, oliendo un manojillo de hierbas del campo, parece haber llegado a un paraíso del que no se quiere mover”.
“En Úbeda, Baeza, Beas de Segura y sus alrededores rodamos durante una semana. Y allí, en un paraje espléndido rodamos, improvisándola, la escena que más me gusta de la serie. Aquella en que Teresa, a los 60 años y cansada, oliendo un manojillo de hierbas del campo, parece haber llegado a un paraíso del que no se quiere mover”.
